Es un enfoque que combina la psicología y la medicina para explorar la conexión entre la energía del cuerpo y las emociones. Se basa en la idea de que las experiencias emocionales pueden afectar nuestra salud física y viceversa. A través de técnicas como la respiración, el movimiento y el trabajo corporal, se busca liberar tensiones y bloqueos emocionales, promoviendo así un mayor bienestar integral.
